Los principios básicos no estáticos sino dinámicos de la economía social de mercado que permitirían establecer el orden económico en nuestro país son susceptibles de diálogo entre la Academia y Centros de Investigación;y los responsables de las decisiones políticas y los métodos de combinación. Los actores en la economía, los empresarios, sindicatos, consumidores, ahorrantes, inversionistas, requieren de un marco de referencia claro y confiable a mediano plazo. La gran equivocación de los liberales al respecto es su idea que la economía puede dar buenos resultados a la sociedad entera sin un Estado fuerte. La gran equivocación de los socialistas es su idea que un Estado fuerte puede garantizar una economía eficiente en el sentido del bienestar para todos. Ambas ideas se han convertido en ideologías que por definición no se prestan a soluciones flexibles y adaptables a diferentes coyunturas. La creciente preocupación en torno al empleo -o más bien, su falta- ha determinado que comience a repararse con mayor detenimiento en los caracteres del derecho al empleo como una construcción jurídica singular dentro del elenco de derechos sociales. Las relaciones del derecho al empleo con el derecho del trabajo y el derecho a la seguridad social, no han sido pacíficas, en tanto el derecho del trabajo se han visto en muchas oportunidades instrumentalizado a efectos de permitir el acceso al empleo;así, las políticas desreguladoras de origen neoliberal han postulado que sólo eliminando las regulaciones protectoras del trabajo podrá generarse empleo para todos.

Los principios básicos no estáticos sino dinámicos de la economía social de mercado que permitirían establecer el orden económico en nuestro país son susceptibles de diálogo entre la Academia y Centros de Investigación;y los responsables de las decisiones políticas y los métodos de combinación. Los actores en la economía, los empresarios, sindicatos, consumidores, ahorrantes, inversionistas, requieren de un marco de referencia claro y confiable a mediano plazo. La gran equivocación de los liberales al respecto es su idea que la economía puede dar buenos resultados a la sociedad entera sin un Estado fuerte. La gran equivocación de los socialistas es su idea que un Estado fuerte puede garantizar una economía eficiente en el sentido del bienestar para todos. Ambas ideas se han convertido en ideologías que por definición no se prestan a soluciones flexibles y adaptables a diferentes coyunturas. La creciente preocupación en torno al empleo -o más bien, su falta- ha determinado que comience a repararse con mayor detenimiento en los caracteres del derecho al empleo como una construcción jurídica singular dentro del elenco de derechos sociales. Las relaciones del derecho al empleo con el derecho del trabajo y el derecho a la seguridad social, no han sido pacíficas, en tanto el derecho del trabajo se han visto en muchas oportunidades instrumentalizado a efectos de permitir el acceso al empleo;así, las políticas desreguladoras de origen neoliberal han postulado que sólo eliminando las regulaciones protectoras del trabajo podrá generarse empleo para todos.

La enseñanza, doctrina o pensamiento social expresado por los diferentes Pontífices, desde León XIII hasta Juan Pablo II, se dirige al hombre en su integridad y comprende aquellas dimensiones del hombre en cuanto a su responsabilidad social, terrena e histórica que apunta al esfuerzo para la construcción de una sociedad más justa. No se trata de una tercera vía, que en la actualidad para muchos serían tan sólo dos. Es un cuerpo de enseñanza que ilumina cualquier libertad cristiana y liberación, puede implicar una pluralidad de vías concretas que finalicen en el Bien Común. En el caso nuestro, de América Latina, de Centroamérica, la doctrina social adquiere un carácter profético, que quizá no se da en Europa Occidental más influida por la secularización que ofusca la dimensión escatológica. Esto también se observa en los autores rusos -ortodoxos-. A ello se debe que en América Latina las corrientes de lateología de la liberaciónrecuperan a veces con mucho vigor aquella dimensión, que no se da tan frecuentemente ni en Europa ni en los Estados Unidos. Sobre este aspecto, la confrontación entre las mayorías de los Estados Unidos de América y las de América Latina son altamente sugerentes. De una parte la idea central está constituída por el liberalismo en los Estados Unidos, y entre nosOtros por la liberación. La idea liberal tiene un carácter individual, mientras la liberación es asociada a un movimiento que compromete a la comunidad. No es este el momento oportuno de analizar las diferentes raíces de orden teológico que influyen la toma de posición en la cuestión social, individuales o colectivas (comunitarias)…

El creciente valor de la tierra y de los costos de urbanización, hace necesario buscar formas de financiamiento y de recuperación de plusvalías para impulsar la vivienda popular y el desarrollo urbano en Guatemala Camina. Este artículo plantea un método, probado con éxito en otras latitudes, que podría utilizarse en Guatemala para el aprovechamiento racional de tierras urbanizables. El reajuste inmobiliario permite aplicar la plusvalía de la urbanización al financiamiento de nuevos proyectos, a la dotación de servicios públicos en los mismos y al subsidio parcial de la dotación de tierrras cuando se trata de proyectos destinados a la población de bajo ingreso.

Si el problema principal en Centroamérica lo han conformado las dictaduras, la solución es la democracia. Pero es necesario establecer las condiciones para que ésta se dé en la región como forma de armonizar la autonomía moral de la persona humana y la autoridad legítima del Estado. Hace una síntesis de los postulados básicos de lo que se llama una ideología democrática.