En Guatemala, el apoyo a la democracia cayó de 52.7 % en el 2004, a 48.4 % en 2017. Este porcentaje es el más bajo de todo el continente americano.

De acuerdo con el estudio Cultura política de la democracia en Guatemala y en las Américas, 2016/17, solo dos de cada cinco guatemaltecos están satisfechos o muy satisfechos con la democracia como mejor forma de gobierno.

Además, 49.4 % dijo que apoyaría un golpe militar en circunstancias de altos niveles de delincuencia, y 47.8 %, en caso de alta corrupción. De estos, los menores de 35 años son los que tienen mayor probabilidad de expresar apoyo a un golpe militar. Estos jóvenes no vivieron golpes militares, por lo que es importante que conozcan la historia del país, señaló Dinorah Azpuru, autora del estudio.

De igual forma, 24.4 % de la población apoyaría un golpe ejecutivo (que el presidente cierre el Congreso), si el país enfrentara momentos muy difíciles. En el 2014, el porcentaje de guatemaltecos que expresó apoyo a un golpe de este tipo fue de 14 %.

Estos datos sugieren que el apoyo a la democracia y el rechazo a los golpes está cayendo en Guatemala. Sin embargo, el fenómeno no es exclusivo del país, ya que, como cita el estudio, en las Américas y el mundo crece el escepticismo en torno a cuánto éxito puede tener la democracia en satisfacer las expectativas de los ciudadanos y mejorar la calidad de su vida cotidiana.

El estudio Cultura política de la democracia en Guatemala y en las Américas se realiza desde 1991. Es una encuesta regional realizada por el Proyecto de Opinión Pública de América Latina (LAPOP). En Guatemala, la recolección de datos estuvo a cargo de ASIES, con financiamiento de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Se entrevistó a más de 1,500 personas, seleccionadas aleatoriamente, en todos los departamentos del país.

El informe examina el apoyo público a las instituciones esenciales de la democracia, la medida en que los ciudadanos sienten que sus países están teniendo éxito en el suministro de las libertades básicas necesarias para la gobernabilidad democrática, las experiencias de los ciudadanos y las evaluaciones acerca de la corrupción y la delincuencia, su involucramiento y evaluaciones de la política local, y sus orientaciones democráticas generales.

El estudio es de central importancia para entender las realidades actuales, anticipar los retos políticos centrales, e identificar soluciones políticas factibles.

Como parte de las actividades para la difusión del mismo, se realizaron presentaciones especiales a miembros de organismos internacionales y cuerpo diplomático, y a funcionarios públicos, diputados y representantes del sector justicia. Asimismo, se desarrolló un foro público con amplia participación de distintos sectores.

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