Mientras el capital financiero se refiere a recursos monetarios y el capital humano a las capacidades de las personas, el capital social se refiere a las relaciones personales, entre comunidades y con instituciones. Para poseer capital social una persona debe estar relacionada con otras, y son estas otras personas la fuente del capital. El capital social se puede entender también como el adhesivo que mantiene unidos a grupos y sociedades por medio de relaciones y valores compartidos, de normas e instituciones proclives a la acción colectiva. Se manifiesta en la confianza, reciprocidad, reglas, normas y sanciones en una sociedad, relaciones personales y entre comunidades, y participación en organizaciones a todo nivel. El concepto ha cobrado importancia en los últimos 15 años en el estudio de la pobreza, por la evidencia empírica que señala la existencia de un vínculo con el desarrollo de las comunidades.

Tipo de Archivo: pdf
Categorías: Investigaciones económicas
Etiquetas: Revista Asies
Autor(es): Carlos González Tablada