La presente década avanza y todos en Guatemala: gobernantes y gobernados, ricos y pobres, urbanos y rurales, indígenas y no indígenas, integrados y marginados, están sumidos en un proceso confuso de la búsqueda del bienestar, el progreso personal y colectivo, la seguridad, la armonía social y la paz en justicia y libertad. Dentro de este entorno, es notoria la necesidad de contribuir a esa clarificación y orientación del incipiente y aún distorsionado proceso de desarrollo nacional, en un camino de paz y convergencia de los intereses sociales. Esto es lo que se persigue con el artículo de este MOMENTO: contribuir a esa clarificación y orientación, procurando rescatar los valores tales como el respeto a la dignidad de la persona y objetivos como el trabajo comunitario, el núcleo familiar y el propio ser humano como sujeto protagonista de su propio futuro.
