A poco más de un mes para ir a las urnas, los magistrados del TSE explicaron que “no hay un incremento en la estadística criminal en años electorales”.

Según estadísticas, en las elecciones pasadas fueron identificados 163 enfrentamientos entre simpatizantes, pero este año de enero a junio se reportaron 49 casos.

Muchos focos de conflictividad tienen relación con la reelección de alcaldes, en localidades en donde la población no está conforme con su gestión, así como delincuencia y criminalidad que pueden afectar el proceso de elecciones”, explicaron un comunicado.

Asimismo el ente electoral identificó 74 municipios con “alto riesgo” y 148 con “medio riesgo”.

La mayor vulnerabilidad se ubica en las regiones de noroccidente, costa sur, suroriente y norte del país.

Entre los hallazgos es que no hay relación en los lugares de mayor índice de asesinatos (que son los departamentos de Guatemala, Escuintla, Jalapa y Chiquimula) con el riesgo de prolemas.

Los casos de conflictividad preelectoral se han concentrado en Suchitepéquez, Escuintla, Santa Rosa, Jutiapa, Guatemala y Petén. Otros con menor medida fueron Huehuetenango, Quiché, Totonicapán y Chimaltenango.

El ente electoral coordina mesas de trabajo para elaborar planes de contingencia el 6 de septiembre y disminuir los focos de conflicto.