¿Nos darían en la madre?

Por la disponibilidad de tiempo del personal de Siglo.21 esta columna debo enviarla a más tardar el viernes por la noche, por lo que cuando la edición llegue a manos de los estimados lectores ya habrán transcurrido (quiera Dios que sin mayores sobresaltos) las elecciones generales y sepamos los resultados preliminares de la elección presidencial y, en muchos departamentos y municipios, sobre la conformación de la próxima legislatura y de las corporaciones municipales.

Unos días antes del 6 de septiembre, el candidato Manuel Baldizón, en una reunión cuya voz grabada trascendió a los medios de prensa, con los que él llamó los mejores guerreros de Guatemala, se refirió a la población capitalina, diciendo “que sigan discutiendo, que hagan su asunto ahí en la plaza”, pues contaba con el voto como una herramienta de guerra y que con el voto “les vamos a dar en la madre”.

También da una muestra de su falta de escrúpulos y de su permanente desprecio por la legalidad, cuando afirma que no le importa la estrategia que vayan a utilizar para lograrlo.

La intervención, más amenazante que motivadora para quienes se esperaba realizarían el último esfuerzo de campaña, no puede verse más que como producto de la desesperación.

Tiene que haber caído en la cuenta de que la posibilidad de ganar en primera vuelta se desvaneció y que, como indica una encuesta publicada el 3/9/15, en las últimas dos semanas de agosto y los primeros días de septiembre, puede haber perdido el primer lugar e incluso, si no se detiene la caída libre, hasta el segundo lugar. Pero, ante sus guerreros alardeaba que contaba con más del 36% de los votos de la capital.

Tanto en sus mítines como a través de sus simpatizantes ha culpado a los votantes capitalinos, que no son solamente los del municipio de Guatemala, sino que de prácticamente todo el departamento, de la victoria de Pérez Molina en 2011 y ser, por lo tanto, los responsables de su desastroso gobierno.

Ciertamente, muchos habitantes de las áreas urbanas votamos por Pérez Molina porque era el menor de los males. Teníamos la impresión, confirmada a lo largo de estos cuatro años, de que Baldizón era y sigue siendo la peor opción electoral. Por ello ha tratado de poner en contra la Guatemala rural contra la población urbana. Indudablemente la población rural es más susceptible de manipulación (y no es que la urbana no esté libre de eso, solamente miremos lo que sucede en Chinautla desde hace muchos años) pero hay una serie de condiciones que vuelven más vulnerables a los habitantes rurales.

Pero aún allí, según indica dicha encuesta puede haber perdido uno de cada votos que tenía un mes antes.

Así que esperamos que los guatemaltecos, especialmente los sectores urbanos, no hayan atendido el absurdo llamado a no votar o votar nulo, que al final solamente favorecía al candidato que era objeto del mayor rechazo.

Si Baldizón logra pasar a la segunda vuelta seguramente será derrotado otra vez. Esperamos que eso ayude a disipar la mayor amenaza que enfrenta nuestra debilitada, aunque recuperable democracia.

En su cuarto de guerra, “con los mejores guerreros de Guatemala”. Los mismos votos que nos dieron así van a ser medidos”. Si no pasaste el 50% ni esperen mi llamada. Tenemos el 36.3% en la capital, no me importa si usaron una estrategia u otra”.

Que estos sigan discutiendo, que hagan su asunto ahí en la plaza, nosotros llenamos 50 plazas cuando queramos”, “tenemos una herramienta de guerra (…) –que se llama el voto, con el voto les vamos a dar en la madre”.