Historia

En 1979 Guatemala vivía uno de los períodos más difíciles de su historia.

La insurgencia armada crecía en intensidad y cubría amplias zonas del país.

Como respuesta a ello se acrecentó una política de eliminación y desapariciones forzadas contra sospechosos de apoyar, colaborar y simpatizar en actividades interpretadas como insurgentes.

Directivos, docentes, investigadores, autoridades y líderes estudiantiles de la Universidad de San Carlos de Guatemala y un considerable número de dirigentes políticos, sindicales, campesinos y religiosos fueron víctimas de una represión que no respetó ninguna condición.

A finales de ese año, cobró vigencia como política de Estado la eliminación de cualquier oposición crítica y democrática.

Todo tipo de investigación social objetiva independiente se interpretaba  como sospechosa de socavar al Estado o de colaborar con la insurgencia.

Dentro de este contexto, surgió un pequeño grupo de guatemaltecos no comprometidos con las partes beligerantes, ni con ninguna organización social o política extremista con solvencia ética, partidarios de una Guatemala diferente y solidaria para garantizar el bien común, la democracia y la libertad en el marco del respeto a los Derechos Humanos.

En 1979 este grupo creó la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, ASIES, cuya finalidad es demostrar la viabilidad del diálogo auténticamente democrático entre grupos sociales, con respeto de las ideas y diversos pensamientos sociopolíticos que, además, propusiera soluciones democráticas a la crisis guatemalteca de ese entonces.

En un primer momento, el grupo emprendió un diagnóstico objetivo de la situación social, política, económica, agraria y  militar por la que atravesaba el país en enero de 1980.

Se trató del primer Seminario sobre Realidad Nacional, que se hizo con la colaboración de la Universidad Rafael Landívar. La actividad le costó el exilio inmediato a uno de los expositores y sus conclusiones  no pudieron ser publicadas ni divulgadas, sino hasta 1985.