“Todos, PP y FCN podrían actuar como bancadas bisagras, porque se imponen las negociaciones y alianzas”

Luego de las elecciones, aunque de manera oficial el TSE no ha dado la integración del Congreso, las bancadas de Libertad Democrática Renovada (Líder) y la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE) serán la más grandes, pero sin alcanzar una plena mayoría. Los bloques de Todos, Partido Patriota (PP) y Frente de Convergencia nacional (FCN-Nación) son las que podrían, dependiendo las alianzas, inclinar la balanza para algún lado.

Sin embargo, mucho depende de qué es lo que sucederá en la segunda vuelta, a la cual irían Jimmy Morales y Sandra Torres (al momento de escribir este artículo, ocupante de la segunda casilla), porque será según las alianzas que se hagan y cómo se reflejan en el futuro Parlamento.

“Todos, PP y FCN podrían actuar como bancadas bisagras, porque se imponen las negociaciones y alianzas”, expuso Javier Brolo, de la Asociación de Investigaciones y Estudios Sociales (Asíes), quien además señaló que habría que ver si se mantiene la alianza entre PP y Líder, la que podría sumar unos 61 votos y con ello manejar una cuota de poder.

Édgar Gutiérrez, del Instituto de Problemas Nacionales de la Usac (Ipnusac), opinó que las fuerzas en el Legislativo estarán “entre un centroizquierda que podría comandar la UNE, con un centro derecha dirigido por Todos”, que lo lleva a considerar que allí estará la clave de la gobernabilidad política y puede lograrse “una agenda de reformas, siempre y cuando sepan debilitar la alianza Líder-PP.

CAÍDA NARANJA
La debilitación del partido oficial ocurrida este año no quedó reflejada en el Congreso porque lograron una bancada respetable, estimada hasta hoy en 17 representantes. Pero lo que sí perdió fue el liderazgo, porque sus principales figuras y fundadores del partido, Otto Pérez Molina y Roxana Baldetti, guardan prisión preventiva.

“Es un partido sin liderazgo, y por ello es difícil que se mantenga. Lograron varias diputaciones por la estructura de Gobierno, la entrega de bolsas y demás. Su camino es el de todos los partidos que hicieron gobierno. Además, algo que no se podrá quitar es que será recordado como el partido de la corrupción”, señaló Roberto Alejos, diputado de Todos.

“No será difícil que Líder coopte al PP y se conviertan en una gran fuerza, pero tampoco me extrañaría que el PP se disuelva entre otros partidos, pues no tiene un liderazgo legítimo”, afirmó Gutiérrez.

Pero existe la duda de si se producirá el fenómeno del transfugismo de forma abierta, porque es una de las grandes críticas y motivos para modificar la Ley Electoral y de Partidos Políticos (LEEP), ya que eso sería la forma por medio de la cual una bancada débil, sin líderes, podría desaparecer.

“Estamos frente a un escenario en el que los nuevos diputados tienen la necesidad de cuestionarse. Quien se cambie de partido prácticamente hará un suicidio político”, apuntó Brolo, quien considera que podría ocurrir que algunos congresistas sean disidentes de su partido, sin dejarlo; es decir, no cambian de camisola pero votan diferente.

Gutiérrez agrega a lo dicho por Brolo que se producirán “acuerdos bajo la mesa” y que, aunque no haya “tránsfugas de hecho”, se verá a diputados que votan con bancadas distintas a la suya con base a estos acuerdos políticos no públicos, lo cual irá generando tensión en los partidos hasta que se produzcan expulsiones.

Es por ello que, cuando se integre la Junta Directiva del Congreso, en enero de 2016, saldrán a luz los primeros acuerdos, y se verá cuál es la agenda política que se manejará: una de concordancias y acuerdos con el Ejecutivo, una de oposición a este, o una de cara a promover las reformas que la sociedad guatemalteca demanda.